platos tradicionales como el Choucrout y se incluyen en la elaboración de adobos o salsas.
Las bayas de enebro son el fruto de la planta
leñosa con el mismo nombre. Su uso más extendido es la aromatización de
la ginebra.
Las bayas de enebro son un tanto amargas, con matices cítricos y dulces. Se pueden utilizar tanto frescas como secas, pero conviene moderar su uso porque proporcionan un sabor muy fuerte. Antes de usarlas hay que machacarlas un poco en el mortero, así desprenderán toda su esencia.
Propiedades curativas
Las bayas del enebro se emplean para aliviar la gota y los dolores reumáticos y son también diuréticas. Otra virtud en este aspecto es que aumenta la eliminación de sustancias tóxicas y de ácido úrico a través de la orina.
Son además balsámicas, expectorantes, sudoríficas y antisépticas de las vías respiratorias y estimulan los jugos gástricos y las glándulas endocrinas.
Son altamente antisépticas y se usaban para desinfectar heridas y llagas e inclusive se ha utilizado en el pasado para limpiar el ambiente. Para este fin se hacían quemar sus bayas como si fuesen incienso.
No deben tomar enebro las mujeres embarazadas o lactantes. El enebro puede producir fácilmente abortos al excitar las contracciones del útero.
Las bayas de enebro son un tanto amargas, con matices cítricos y dulces. Se pueden utilizar tanto frescas como secas, pero conviene moderar su uso porque proporcionan un sabor muy fuerte. Antes de usarlas hay que machacarlas un poco en el mortero, así desprenderán toda su esencia.
Propiedades curativas
Las bayas del enebro se emplean para aliviar la gota y los dolores reumáticos y son también diuréticas. Otra virtud en este aspecto es que aumenta la eliminación de sustancias tóxicas y de ácido úrico a través de la orina.
Son además balsámicas, expectorantes, sudoríficas y antisépticas de las vías respiratorias y estimulan los jugos gástricos y las glándulas endocrinas.
Son altamente antisépticas y se usaban para desinfectar heridas y llagas e inclusive se ha utilizado en el pasado para limpiar el ambiente. Para este fin se hacían quemar sus bayas como si fuesen incienso.
No deben tomar enebro las mujeres embarazadas o lactantes. El enebro puede producir fácilmente abortos al excitar las contracciones del útero.
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