Para 4 personas
Ingredientes:
- 1 pollo cortado en octavos
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 2 rebanadas de pan
- 1 docena de almendras tostadas
- 2 huevos duros
- Medio limón
- Una pizca de canela en polvo
- 4 clavos
- Una pizca de comino en polvo
- Una pizca de azafrán
- Medio litro de agua
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva
Elaboración:
Para empezar, calentad el aceite en una cazuela y freíd el pan, las almendras y los ajos durante 5 minutos a fuego medio.
A continuación, retirad y reservad.
En el mismo aceite, freíd los trozos de pollo durante unos 20
minutos, hasta que estén bien doraditos, dándoles la vuelta de vez en
cuando para que se doren de un modo uniforme.
Nuevamente, retirad y reservad.
En una cazuela de barro, con el aceite y el jugo que ha soltado el pollo, rehogad la cebolla picada muy fina.
Cuando se ablande, al cabo de unos 10 minutos a fuego lento, agregad de nuevo el pollo.
Cubrid con agua y añadid el zumo de limón, la sal, la canela y el clavo.
Tapad y coced a fuego lento durante tres cuartos de hora.
Mientras tanto, picad en un mortero el azafrán, el comino, el pan frito, los ajos y las almendras.
Agregad a continuación las yemas de los huevos cocidos y diluid todo en un par de cucharadas del caldo de la cocción.
Cuando el pollo esté casi hecho, corregid de sal y agregad la mezcla
preparada en el mortero, cuidando de que no hierva a fuego fuerte para
que no se corte la salsa, que ha de quedar espesa pero ligera.
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